miércoles, 17 de julio de 2013

LOS HERMANOS MUSULMANES

Tras la lo que quedó de la Primavera Árabe, en Egipto los Hermanos Musulmanes consiguieron llegar al poder pero, a nadie escapa que la presencia islamista de esta organización, sin tener la representación y el poder social de los chiitas en Irán, se posicionó tras las elecciones como una fuerza a considerar por las expectativas que ofrecían a la juventud egipcia con una tendencia aperturista en contraposición al anterior régimen, sabiendo esconder perfectamente sus intenciones, al fin y al cabo en buena parte, a ellos les correspondía atizar la presión de los jóvenes contra el antiguo régimen. Sin embargo no debemos perder de vista que la sharía está siempre presente en la cultura islámica, es la ley divina y en base a ella se fundamente todo derecho.

El llamado por los ingenuos “islamismo moderado” encierra una raíz totalitaria inconciliable con las libertades y la democracia. En realidad el término define perfectamente la figura retórica oxímoron que une dos palabras con significado opuesto. La identidad reaccionaria, el
pensamiento totalitario y alienante del islamismo frente al término moderación.

Desde su fundación por Hasan al-Banna en 1928, los Hermanos Musulmanes han sufrido toda suerte de restricciones, persecuciones y asedios, por parte de los gobiernos egipcios, con algunas transiciones en que los vientos parecían favorecerles pero volvían ser ilegalizados y postergados por los distintos presidentes hasta la caída de Mubarak. Hoy su líder en Egipto Mohamed Badie, entiende que la violencia contra un ser humano no reviste importancia ante un ataque contra el profeta Mahoma.


Pero para comprender los sangrientos enfrentamientos entre la población musulmana hay que remontarse, por ejemplo, al problema sirio y conocer el odio y enemistad ancestral entre las comunidades alauita surgida de una escisión del chiismo (toman vino y sus prácticas religiosas tiene algunos elementos del cristianismo) que supone el 10% de la población de Siria frente a los sunitas, el 75% de la población. La Primavera Árabe de Túnez y Egipto animó países como Siria a lanzarse a la calle exigiendo reformas democráticas.


En 1982 en Hama, feudo de los Hermanos Musulmanes, fueron masacrados cerca de 20.000 suníes por el régimen minoritario alauí de El Asad, pero la burguesía suní adscrita al partido el Baaz (laico, socialista y nacionalista) está aliada con el régimen de Bachar el Asad que en ningún caso estaría dispuesto a ceder el poder ante un posible gobierno sunita.

Una vez más se desenmascara la postura radical de los Hermanos Musulmanes en Egipto, que después de ganar las elecciones en 2011 se vieron privados del poder por una sentencia del Tribunal supremo. En 2012 se hizo con el poder Mohamed Mursi (hermano musulmán aparentemente moderado) por un estrechísimo margen de votos.

La sombra de los Hermanos Musulmanes más radicales planeaba en el entorno del nuevo presidente que aprobaba una constitución islámica en la que la fetua (resolución del Mufti, cuyas disposiciones son consideradas como leyes) se antepone a cualquier fallo o disposición legal. Así las cosas ya nadie duda que, tras la intervención militar y la caída de Mursi, la lucha de los Hermanos Musulmanes para recuperar el poder y defender el régimen islámico será cruenta para imponer su fundamentalismo.


El islam de los salafistas radicales Gamaa al Islamiya, las leyes deleznables de la shría donde la esencia del estado radica en la religión y el punto de mira de las organizaciones terroristas de Al Quaeda, Hezbolá y Ansar la Sharia, ponen en peligro la situación de un país donde parecía que cierta apretura “democrática” podría tener su oportunidad.


En mi anterior artículo hablaba de la separación Iglesia-Estado. En los países musulmanes esta separación no se concibe porque el concepto estado-islam emana del segundo término y su identidad se integra en una misma unidad.

La lucha está abierta entre los Hermanos Musulmanes y los jóvenes que sueñan con un Egipto en democracia, pero hoy por hoy una utopía, en un país dividido donde la contradicción Islam-democracia no tiene cabida.

Luis Álvarez de Vilallonga
Tarragona, 15 de julio de 2013

2 comentarios:

Marina-Emer dijo...

hola Luis...ahora ya no me entero cuando publicas en el Diari...yo llego a dejarte unas letras deseando que pases feliz semana y me encuentro esta nueva publicación; no lo he leido todo muy pequeñita la letra ,lei la mitad ,bueno yo se que ha de estar muy bien escrito te felicito yo no se de politica asi que te deseo un feliz fin de semana
Un abrazo
Marina

Marina-Emer dijo...

te deseo feliz fin de semana
un abrazo
Marina