jueves, 12 de diciembre de 2013

"FRACKING"


Desde que el pasado mes de Octubre saltaran las alarmas por los movimientos sísmicos  ocasionados desde la plataforma de almacenamiento submarino de gas Castor, emplazada frente a las costas de Alcanar y Vinaròs, por la perforación del subsuelo y que afectaron, entre otras localidades, a Benicarló, Peñíscola, Ulldecona, l’Ampolla, Deltebre, Amposta o Sant Carles de la Ràpita, casi nadie se había interesado por ese nuevo método de extracción de gas, en realidad no tan nuevo ya que en EEUU se lleva experimentando hace ya unas décadas. Pero, ¿qué significa esta desconocida palabra inglesa, para la que ni siquiera hemos encontrado traducción, y que ahora tanto nos preocupa?

Se trata de una práctica de extracción y almacenamiento de gas, y concretamente consiste en la fractura de forma hidráulica de la roca situada bajo el subsuelo inyectando a alta presión  arena, agua y otros elementos químicos para producir grietas desde la que se libere el gas depositado conduciéndolo a la superficie.

Parece que esta técnica tiene ventajas pero también inconvenientes como los que se han constatado en nuestras costas pero  que no se plantearon ni difundieron en su momento. En nuestro país no se contempla una legislación concreta para este método de explotación, y es un tema que todavía no genera un debate social a nivel general.

Ante la dependencia de energías clásicas como el petróleo o el gas en manos de productores de países cuestionados democráticamente como los del golfo pérsico, Venezuela, Rusia o Argelia, se abre la posibilidad de una alternativa a combustibles fósiles, una vía de salida y una oportunidad de negocio para las empresas.

Partiendo del axioma que establece que el progreso no es gratis y que las nuevas tecnologías y fuentes de energía tienen siempre un coste y riesgo intrínseco, convendrán que una evaluación, seguramente apresurada, por parte de grupos ecologistas radicales, no es precisamente la que nos puedan aportar luz en cuanto a las ventajas o inconvenientes del fracking.
 
Investigaciones llevadas a cabo en EEUU no parecen que planteen serios problemas medioambientales, al menos que justifiquen su prohibición, aun contemplando que la extracción mediante este sistema pudiera contaminar pozos de agua con el riesgo asociado a la aparición de gas metano. Sin embargo no cabe duda que el impacto sísmico producido en nuestras comarcas ha sido considerable generando una alarma justificada ante los aproximadamente 700 seísmos, cuya causa efecto nadie pone en duda, pero que no deja de ser un factor más de riesgo en cuanto a una valoración objetiva de la viabilidad del proyecto.

En términos porcentuales hay que decir  que en EEUU el fracking produce una cuarta parte del gas natural en todo el territorio y en ese sentido parecería que la factura del gas en nuestro país, que depende de la importación casi en un 100%, se vería reducida sensiblemente con las  posibles extracciones que se han detectado en el subsuelo.

Se trata pues de evaluar de forma racional los beneficios y los costes de un método aún por desarrollar a gran escala, cuyo riesgo constituye todavía una incógnita y que supondría analizar  cada almacenamiento, conscientes de que el gas natural  es el combustible más limpio frente al carbón o el petróleo. Y esa es la cuestión, acometer proyectos con las mayores garantías, estudios geológicos y medioambientales posibles y asumibles desde el plano energético, garantizando efectos contaminantes sostenibles, siendo honestos y realistas al considerar utópica una sociedad tecnológica libre de emisiones de dióxido de carbono.

El avance y el progreso pasa por un constante metabolismo socio natural en el marco del debate medioambiental. Tan perjudicial es el alarmismo radical como la agresividad incontrolada al medio por parte de empresas que solo se mueven por intereses particulares.
En este caso ya se ha solicitado el cierre definitivo del almacén Castor.

El fracking está servido planteando un nuevo reto cuya solución debe pasar por un debate equilibrado, ponderado y razonable, asumiendo el tributo que sin duda conlleva siempre todo progreso tecnológico.

Luis Álvarez de Vilallonga
 
Tarragona, 11 de diciembre de 2013
 

1 comentario:

Marina-Emer dijo...

Feliz dia de Navidad
un abrazo
Marina