domingo, 6 de noviembre de 2016

EN EL CAMINO DE SANTIAGO


Un año más hemos logrado completar un tramo del Camino. El Camino de Santiago se puede realizar de mil maneras distintas, cada cual lo adapta a su forma, condición y circunstancia personal; solo hace falta proveerse de una mochila, real o virtual llena de ilusiones, una credencial y el reto de alcanzar el objetivo previsto; es más, para algunos puede ser una ruta turística o gastronómica más sin que por ello deje de ser el Camino, porque aún sin percibirlo, su tránsito nos imbuye de una magia que nadie puede explicar.
 
Los numerosos caminantes y peregrinos que encontramos a lo largo de las etapas albergan en su mochila muchas vivencias, historias, vicisitudes íntimas, lastres que arrastran y les ha marcado la vida que nunca han explicitado en su devenir cotidiano pero que solo en el Camino son capaces de liberar. Es así que el Camino es un paréntesis en nuestra vida que rompe la monotonía, nos libera de convencionalismos y nos hace más auténticos.

 En esta ocasión he tenido la satisfacción de caminar junto un grupo de amigos, conocidos y recién llegados de la Associació d’Amics del Cami de Sant Jaume del Camp de Tarragona, y debo reconocer que al final del recorrido, ya acomodado en mi hogar, percibo el sentir que aprecio más a los amigos, a los conocidos ya los tengo por amigos y valoro a los nuevos con especial estimación; y es que el Camino nos hace más tolerantes, respetuosos con los que no comparten nuestra forma de entender la vida y nos sitúa en el furgón de cola, atentos a las necesidades que quien pueda requerir nuestra ayuda.

El camino siempre es distinto y siempre enseña. En estos días he aprendido mucho de cada uno de mis acompañantes, observo y reconozco que podía haber sido más humilde, evitar el ego y el protagonismo que siempre acecha la idiosincrasia de uno. En el Camino no se dan lecciones a nadie porque el propio camino se encarga de enseñarte lo importante.

 Gracias a todos por soportarme, pero en el Camino es donde la autenticidad tiene un lugar preponderante y todo se hace de forma espontánea y natural sin convencionalismos ni falsaos pudores. Durante nuestro caminar siempre se producen, provocados o no, tránsitos en soledad que nos ofrece la posibilidad de gozar en silencio de una armoniosa sinfonía de sonidos vivos en bosques y valles y el deleite visual de inmensos paisajes naturales que nos invitan a la reflexión fuera del ámbito de nuestra vida cotidiana; entonces surgen preguntas que nunca nos hacemos pero que aun sin respuestas nos sitúan en una dimensión insospechada, es cuando  brotan de nuestro interior borbotones de sentimientos encontrados en un desguace espiritual que como aire limpio y renovado reconforta por momentos las alacenas de nuestro espíritu, y una inmensa sensación de felicidad invade nuestro ánimo;   esto y mucho más se encuentra en el Camino. 

Uno está seguro de que todos estamos satisfechos de los días que hemos caminado juntos, de nuestros momentos difíciles, de nuestro esfuerzo, de nuestra buena disposición hacia los demás, pero sobre todo de haber vivido una experiencia enriquecedora a la que seguramente el propio camino nos convocara cada año hasta que el Apóstol nos reciba en Santiago de Compostela, es una llamada a la que no podremos sustraernos porque el Camino ya vive en nosotros y su experiencia, sin duda, nos ha hecho mejores personas y crecer en valores y virtudes.

Han sido más de 120 Km. entre St. Jean de Pie de Port y Villamayor de Monjardín, recorridos con tesón, alegría, esfuerzo y la satisfacción de haber logrado cada uno su objetivo. La Venera o concha de tipo vieira, como gran atributo jacobeo, y la Tau de madera, signo protector que la orden monástica de San Antón (antonianos) establecida en Castrogeriz entregaban a los peregrinos, han sido los distintivos que orgullosamente hemos incorporado a nuestro atuendo de peregrinos y que si Dios quiere nos acompañarán en las próximas aventuras del extraordinario, exclusivo y excepcional Camino de Santiago. 








 
 
       Luis Álvarez de Vilallonga
 Roncesvalles 2 de Noviembre de 2016


 
 

1 comentario:

Marina-Emer dijo...

Hola Luis estuve mirando las fotos del Camino a Santiago, son todas preciosas ....
te deseo mucha salud ,y felicidad
abrazos
Marina