sábado, 17 de diciembre de 2016

LA MENTIRA DEL BREXIT



El domingo 4 de Septiembre Teresa de Calcuta fue canonizada por el Papa Francisco, y de entre sus prolíficas respuestas a preguntas como “¿Cuál es la persona más peligrosa?”,  respondía “la mentirosa”. Ciertos políticos suelen tener la mentira como argumento que los mantenga en el poder.
En efecto un ejemplo lo tenemos en el Brexit que tras una campaña repleta de mentiras, manipulaciones y tergiversaciones, venció en el referéndum.
La inmigración fue el bastión sobre el que se sustentaron los partidarios del laeve (salir), apoyados por sentimientos racistas y xenófobos; otra mentira fue hacer creer al nativo que el Reino Unido tendría acceso al mercado único sin asumir la obligación de la libre circulación de ciudadanos de la Unión Europea; también falso lo de los 1.400 millones de libras mensuales que salían con destino a la Unión Europea.
 Los votantes de la clase obrera que eligieron el laeve serán los primeros perjudicados. La incertidumbre económica que se avecina, especialmente en el ser de la City de Londres, cuya recaudación impositiva en los servicios financieros es vital para el Raeino Unido, tendrá que hacer frente al acecho de las bolsas de Frankfurt y Paris, pero la City experta en los mercados financieros, poderosa, aprovechada y salvaje, no dudamos que se las ingeniará para sacar beneficio del Brexit.
La ventana de Overton ha surtido su efecto. La ciencia política empleada por Maquiavelo podría ser la precursora de esa ventana; así de acuerdo al clima de la opinión pública generada en una campaña rocambolesca, el votante se inclinó más por la recomendación del partido con el que se alinea que por la trascendencia de lo que estaba en juego. El remain (quedarse) parecía tenerlo al alcance pero en esta ocasión no fue suficiente el peso específico de Londres, y el ambiguo y doble juego de ciertos políticos obviando la corriente dominante de la sociedad integral del Reino Unido, fue todo un despropósito, amén de la previa “locura” de haber promovido un referéndum arriesgado e innecesario.
Cuando se trata de referéndums vinculantes de vital trascendencia, la información debe ser lo más amplia, veraz y ecuánime posible, valorando las ventajas e inconvenientes aun en la incertidumbre e imposibilidad de conocer las consecuencias reales en función del resultado, que podrían arrastrarse durante décadas.
La farsa fue el denominador común en la campaña por el Brexit (Londres es una cosa y el Reino Unido otra), y en los principales partidos políticos tiene mucho que ver la clase social de la que se nutren; por otra parte el modelo económico en el Reino Unido difiere poco del partido o coalición que gobierne.
Fue una campaña cínica que explotó el sentimiento anti inmigratorio (racista y xenófobo) en favor del laeve, pero sin embargo son ellos parte importante y contribuyente a la economía del país aunque están en desventajas a la hora de obtener las prestaciones de los llamados blancos (británicos nativos). El Brexit ha puesto de manifiesto la fractura de la sociedad del Reino Unido y provocado una crisis política que puede modificar el equilibrio de las tradicionales fuerzas políticas en el parlamento.  
Las consecuencias del Brexit comienzan a sentirse en las economías domésticas, que tendrán que afrontar sensibles aumentos impositivos en una crisis que afectará articularmente a las clases obreras.
David Cameron y Boris Johnson solo pensaron en mantener sus propios liderazgos, y en la campaña por el referéndum se llenaron la boca de manifestaciones falsas que conocían perfectamente.
El viaje al Brexit ya no tiene vuelta atrás, ahora es tiempo de arbitrar acuerdos con la Unión Europea que atemperen sus consecuencias negativas y que el Reino Unido, con todas sus connotaciones y peculiaridades, concluya que conforma una parte importante de Europa.

Luis Álvarez de Vilallonga

Tarragona 28 de Noviembre de 2016

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